jueves, 11 de febrero de 2010

Febrero 11

"Piedras de cualquier tamaño, cristales, raíces, tronquitos, ramas, flores, maderas, cajas, telas, papeles, hilos, varillas, insólitos objetos de la cotidianeidad, nimios, precarios, comunes y corrientes, grandes, medianos, pequeños, que son singularizados merced a la intervención de la artista que los retrata, los dibuja, tatúa, pinta –“los intervengo para hacerlos más mío, más cercanos”, dice Perla-, como si extrajera su esencia, su secreto, les despertara el alma. De hecho, sí, los anima, los colma de imaginación: ranuras, grietas, rasguños, abolladuras, pliegues, huellas, en el asfalto, en los muros, los entarimados, patios, calles, aceras." Esther Seligson.







"El espacio en que se despliega la obra plástica de Perla Krauze está habitado por una movilidad que irradia oleaje, acontecer, por geometrías que ondulan sus ángulos y líneas como si anduvieran viajando, por objetos que despiden “fulgores de ensoñación”, por escalas, escaleras y peldaños que ascienden, levitan, vuelan, por habitáculos donde cada objeto encuentra su morada, su albergue íntimo, refugios que concentran el ser poético de ese objeto, ese fragmento, ese cuerpo material, al interior de su límite pero sin encerrarlo, sino, por el contrario, abriéndolo a la mirada y contagiando al espectador con la misma meticulosa avidez de Ver que caracteriza a la artista plástica." Esther Seligson.












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